Las ayudas como las muletas, bastones o andadores son dispositivos para que el paciente pueda caminar con seguridad minimizando el riesgo de caída y el dolor al caminar de apoyar una o dos piernas.
Estas ayudan van a mejorar la autonomía del paciente.
Pero ¿cómo debemos colocarlos para que no generen dolor o compensaciones?
Los bastones o muletas deben llevar una contera en su parte inferior que evite que al apoyarlo en el suelo se resbale y el paciente pueda caerse. Debemos revisar que esté en buen estado para que no haya posibles resbalones.
Debemos optar por bastones regulables preferiblemente antes que fijos.
Deben colocarse en el brazo contrario a la pierna afectada.
La empuñadura de la muleta o bastón debe quedar a la altura de la cadera, en el saliente del trocánter.
Debemos poder caminar erguidos sin que la espalda quede inclinada hacia un lado ni inclinada hacia delante.
Tampoco el hombro de ese lado debe quedar alto sino que debe quedar relajado con una ligera flexión del codo.
Con respecto al andador, debemos regular los dos agarres para que queden a la misma altura.
Se debe medir la distancia que hay entre la muñeca y el suelo, con el codo ligeramente flexionado, sin elevar los hombros para ajustarlo.
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