Conforme nos hacemos mayores, algunas de nuestras capacidades físicas y psicológicas pueden verse afectadas. La pérdida de fuerza, los cambios en nuestra postura y la disminución del equilibrio son factores predisponentes para sufrir caídas en nuestra vida cotidiana.
Además, la aparición de ciertas enfermedades neurológicas o vasculares pueden favorecer esa pérdida de la capacidad de equilibrio.
● ¿Cómo podemos ayudar desde la fisioterapia?
Se recomienda realizar un programa adaptado a cada paciente con ejercicios que incluyan el caminar y mantenerse de pie de forma autónoma, sin ayudas. Os dejamos algunos ejercicios que podéis realizar con familiares o amigos en casa.
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